Una interesante reflexión sobre si deberíamos cargarnos, suprimir, censurar o, al menos, limitar el uso de los gráficos de tartas, de sectores circulares o como demonios los llamemos.
Mis alumnos de 2º de Bachiller lo van a leer, para ver qué sacan en claro.
¿Para qué complicarnos la vida?
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.