Hubo una ocasión en que existía un tipo en la cancha que impedía que te pudieses mover en la zona, coartaba la posibilidad de deambular por debajo del aro y te hacía imposible encontrar un hueco en el campo de baloncesto. Y lo dice un tipo que tampoco era un mequetrefe:
¡Cuando terminabas de rodearlo se había acabado el primer tiempo! Era imposible pararlo.
Dino Meneghin
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