Leyendo un chacarrillo que no viene a cuento sobre un concurso de barbas, recordé algo que escuché en la radio hace tiempo y que me ha tocado constatar.
Pedro I de Rusia que adoraba lo europeo como moderno que era, decidió que las barbas no lo eran: ni modernas ni europeas. Por tanto, el verbo censurar debería relacionarse con el infinitivo rasurar. Pedro I ordenó a los miembros de su corte y oficiales que se afeitaran algo que soliviantó a los boyardos, nobles terratenientes orgullosos de sus apéndices capilares. En caso de no hacerlo estableció un impuesto de 100 rublos.
Por supuesto, admitió que los sacerdotes ortodoxos pudiesen las barbas y permitió, de la misma manera, que los campesinos también pudiesen llevarlas. ¿Cómo controlarlos a todos?
Era moderno entre los jóvenes contestatarios durante la dictadura de Paco. Luego he visto a muchos integristas de otros lugares con ellas.
ResponderEliminarUn saludo.
Entonces me reafirmo en la versión de George Clooney, llevarla con una goma y que sea de quita y pon según sople el viento.
EliminarUn saludo
Por cierto qué gran película la de los Coen.
EliminarEstos tíos no hacen ninguna mala.
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