miércoles, 20 de mayo de 2015

Nefando baño


Una de las prohibiciones más curiosas que los facultativos pregonaban entre sus clientes era la del baño.

Cristóbal de Villálon ya afirmaba que:

No hay hombre ni mujer en España que se lave dos veces desde que nace hasta que muere.

El olor corporal intentaba ser escondido con ungüentos perfumados con tomillo y otras hierbas.

Y es que, en el siglo XVI, se consideraba que eso de bañarse mucho no era típico de los buenos cristianos:

Esto del baño es bueno a los que lo tienen en uso, pero a los señores de España que nunca lo han usado no les será provechoso, mas de usarlo les podría venir daño, salvo aquellos que tengan enfermedades.

Luis Lobera de Ávila

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