Durante una época, uno de los escenarios de la Guerra Fría
fue el tablero de ajedrez, cuando Bobby Fischer amenazó el poderío soviético.
Cuando Taimanov, a principios de 1971, tuvo la osadía de
perder por un contundente 6-0, todas las alarmas de Moscú sonaron. Si, hasta
entonces, a los ajedrecistas soviéticos se les había tratado como estrellas de
fútbol o del rock and roll, al pobre Taimanov se le juzgó muy severamente desde
la prensa oficial.
El Gran Maestro Taimanov de origen ucraniano vio como se le apartó de la vida pública y se le vetó de una triple manera:
- Se le prohibió que saliera del país
- Se le apartó de la selección soviética
- E incluso se le prohibió que tocara el piano, era un reputado concertista, como forma de ganarse la vida
Las purgas, definitivamente, no habían acabado en el 53
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.