Esto va sobre un inglés, James Gillray (tenía que ser inglés), que sacó de sus casillas a Napoleón. La causa es la parodia que este realizó de la ceremonia de coronación del emperador francés, partiendo del modelo de la genial pintura de David.
Se prohibió las copias en Francia y se llegó a presentar una queja diplomática ante el gobierno británico.
Más sobre la prohibición del humor
Los dictadores, la mayoría de metro sesenta, no suelen tener sentido del humor. A Hitler tampoco le gustaba que Chaplin le imitara.
ResponderEliminarUn saludo.
Amantes de estatuas.
EliminarUn saludo