miércoles, 3 de diciembre de 2014

Un tipo nada brillante


Que nadie se llame como él.

Que a los niños no se les ponga su nombre.

Que los que se llaman ya de ese modo renuncien voluntariamente a él.

¿Hay otra manera de hacerlo?
Pues un método mucho más contundente es utilizar la técnica de la recientemente fallecida Duquesa de Alba. Te armas de papel y boli y te bautizan como: María del Rosario Cayetana Paloma Alfonsa Victoria Eugenia Fernanda Teresa Francisca de Paula Lourdes Antonia Josefa Fausta Rita Castor Dorotea Santa Esperanza Fitz-James Stuart y de Silva Falcó y Gurtubay.

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