domingo, 30 de junio de 2013

Leonard Cohen, policía jazzístico



Es raro que no utilice como ejemplo esta portada censurada de Leonard Cohen cuando me toca tratar el tema de la censura en el rock. No es que nos vayamos ahora a sorprender de lo que se prohibía en España, aunque fuera ya en 1974, a las puertas de la muerte del dictador.



Lo sorprendente es cuando se cuenta que estamos hablando de una ilustración de un tratado alquímico del siglo XVI… 400 años de peligrosidad tapada, como se puede ver por una tercera ala.


Este asunto es suficientemente conocido pero me acabo de enterar de que la causa del título de la canción Jazz Police de otro de sus discos (I´m your man) es debido a la déspota acción de Cohen con sus músicos que, con mucha sorna, le empezaron a llamar, al propio Leonard: el policía del jazz.


¿La causa? Porque nuestro artista canadiense estaba interesado en sacar canciones muy sencillas y no permitía que los músicos (muchos provenientes del mundo jazz) metieran arreglos jazzísticos en sus temas y directamente los vetaba.


viernes, 28 de junio de 2013

Noticia: de gente valiente que fotografió cosas terribles

En el períodico ABC podemos ver una terrible galería de fotos de los llamados Bang Bang Club, un grupo de amigos que fotografíaron (y fueron censurados por ello) la violencia en la Sudáfrica del Apartheid. Violencia que ellos mismos sufrieron.


jueves, 27 de junio de 2013

Noticia: Propuesta de ley en la Duma de prohibir la crítica al Ejército Rojo

Noticia que nos retrotrae a tiempos pretéritos. Castigos ejemplares (monetarios y de cárcel) para aquellos que duden que el trabajo del ejército soviético durante la Segunda Guerra Mundial fue el del "mantenimiento de la paz internacional".

Al leer la noticia se me ocurre lo más obvio, como burda es la propuesta del partido político Rusia Unida: que le digan esto a los integrantes de la fosa de Katyn.




lunes, 24 de junio de 2013

Del niño Franco


El niño Francisco Franco (inconfundible) a la izquierda.

Entiendo que una de las maneras de censurar es faltar a la verdad a propósito. Esto se hace, en este caso, obviando unos pasajes de la vida de un caballero o ensalzando otros. 

Es decir, el culto a la personalidad de toda la vida. Así obtenemos partes de una hagiografía en toda regla como la que se podía leer en un almanaque emitido por Falange Española en 1940:

Un rasgo que acusa el temple moral del niño Francisco Franco es esta expresión, proferida cuando apenas contaba once años: Morir en la cama es una cosa muy mala; yo quiero morir por la Patria.

sábado, 22 de junio de 2013

Eels o cuando las barbas de tu vecino veas cortar...


Hace pocas semanas hablábamos sobre el asunto de los peinados dirigidos en Corea del Norte.

Pero el asunto va más allá de los países dictatoriales (algo que estamos intentando poner de manifiesto con este humilde blog).

Leo con cierta incredulidad (sólo cierta) que Mark Oliver Everett, es decir, la razón de ser de Eels decidió afeitarse la barba cansado ya de los exhaustivos registros en los aeropuertos norteamericanos tras los atentados del 11-S. 

Ya se sabe si se parece a un talibán, puede ser un talibán…

Así, con la excusa de esta autocensura capilar me descuelgo con una canción de este extraordinario artista:




miércoles, 19 de junio de 2013

Una canción de Navidad peligrosa


En estos días, mi hija está leyendo Canción de Navidad (o Cuento de Navidad) de Dickens y me comenta que le está gustando mucho. Fantástica excusa para hablar de unos airados irlandeses, aunque no todos ellos provenían de la isla Esmeralda.

La canción en cuestión es Fairy tale of New York de mis admirados Pogues. La palabra peligrosa fue (es) faggot que se puede traducir como marica. Lo curioso es que la canción fue editada hace más de 20 años en su disco If I should fall from Grace with Go y no tuvo problemas en su momento, de hecho se ha convertido en una canción muy socorrida en las fiestas navideñas en las islas británicas.

Pues bien, en 2007 se eliminó la palabrita de marras por parte de la BBC, mientras que en la BBC2 se emitía entera.

El asunto sufrió un duro debate en Gran Bretaña y hay numerosas referencias a este "problemilla" pero aquí tenéis un buen resumen del mismo.










domingo, 16 de junio de 2013

Declaraciones de un prohibido




Hace más de 20 años nuestro profesor de árabe de la facultad nos habló de Salman Rushdie. ¿La razón? No lo recuerdo pero lo cierto es que siempre le preguntábamos cosas sobre su país natal, Egipto, y sobre otras cuestiones del Islam. Él era un musulmán heterodoxo  (le encantaba el jamón) y nos explicó que no entendía bien la polémica en torno a la obra de este autor británico (de origen indio) que había llevado a que el propio ayatollah Jomeiní leyera una edicto religioso por radio en el que se condenaba a muerte al escritor.
 
No he leído Versos Satánicos (¿Alguien lo ha hecho?), mi profesor nos contó que le pareció aburrido y eso me bastó en su momento y me basta ahora para no lanzarme  a ello. Pero quisiera recordar que por culpa de ellos se asesinó (a algún traductor), se agredió (a algún editor) y de hecho, se prohibió en una serie de países, no todos musulmanes: Pakistán, Arabia Saudí, Sudáfrica, La India, Indonesia, Egipto, Somalia, Bangla Desh, Sudán, Malasia, Indonesia, Qatar...

Pero el otro día leí unas declaraciones suyas, me refiero a Rushdie, y me gustaron, muy atinadas (quizá demasiado preparadas). Parece que iban destinadas a un lugar como éste que estás leyendo y, por tanto, lo corto y lo pego:


Y llegué a la conclusión de que sí, que era necesario encarar batalla. No solo eso, sino que se trataba del regreso a una lucha que creíamos haber ganado hacía tiempo. La batalla de la Ilustración. Hace 200 años estaba claro que el enemigo no era el Estado, sino la Iglesia. Que para crear un clima de auténtica libertad de pensamiento resultaba crucial derrotar el poder de la Iglesia para limitar lo que se podía decir. Acabar con las inquisiciones, las excomuniones, las torturas. Que no podía permitirse a la religión dar permiso para decir lo que se podía decir. Gran parte de nuestra actual concepción de la libertad deriva de esa época. Creíamos que no íbamos a vernos obligados a volver a luchar por eso.


Fuente de los países en los que se indica su prohibición