El niño Francisco Franco (inconfundible) a la izquierda.
Entiendo que una de las maneras de censurar es faltar a la verdad a propósito. Esto se hace, en este caso, obviando unos pasajes de la vida de un caballero o ensalzando otros.
Es decir, el culto a la personalidad de toda la vida. Así obtenemos partes de una hagiografía en toda regla como la que se podía leer en un almanaque emitido por Falange Española en 1940:
Un rasgo que acusa el temple moral del niño Francisco Franco es esta expresión, proferida cuando apenas contaba once años: Morir en la cama es una cosa muy mala; yo quiero morir por la Patria.
Un bicho raro ya de pequeñito.
ResponderEliminarAsí es como se hacen los monstruos.
Paso a enlazar tu blog con el mío.
Un saludo.
Agradecido, Cayetano.
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